Los pacientes con enfermedades neurodegenerativas en este caso con esclerosis múltiple presentan dificultad en sus actividades de la vida diaria ya que mientras va avanzando la patología van perdiendo sus facultades motrices, haciendo que el simple hecho de sentarse o beber un vaso de agua sea muy dificultoso. Por otro lado, la ansiedad se va a presentar con mayor intensidad porque el paciente se va a sentir torpe y que ya no es útil tanto para su entorno familiar.